Estamos constantemente hablando de cerraduras, de cerrajeros, de puertas de seguridad, pero ¿os habéis parado a pensar cómo surgió y cuál es la historia de la cerradura?
¿Chinos, egipcios? No hay una respuesta exacta ante el origen de la primera cerradura, si bien parece que tendríamos que remontarnos al 4000 a.c.
Quizá la inventaron las dos culturas, aunque por separado. Ahora bien, ¿qué aspecto tendría en aquellos tiempos una cerradura?
Todo apunta a que la primera cerradura consistía en un pasador horizontal de madera que se acoplaba a la parte interior de las puertas y que deslizaba hasta encajar en un orifico que se encontraba en el marco de la puerta, de forma que ésta quedaba bloqueada.
Para que el pasador no pudiera moverse se usaba una cuña que atravesaba dicho pasador verticalmente.
Y como llave se empleaba un trozo de metal. Esta llave primitiva lo que hacía era levantar la cuña que bloqueaba el pasador. Cuantas más cuñas tuviera el pasador, más segura sería la cerradura.
Habría que esperar al siglo XVIII a ver cómo mejoraban los sistemas de seguridad. Más concretamente en 1778, cuando el inglés Robert Barron inventó la cerradura de tambor de doble acción, que inició el comienzo de la era moderna de la cerrajería.
Ya en el siglo XIX, gracias entre otros a Alfred Hobbs y la familia Yale, la supremacía en cuanto a mejoras en sistemas de seguridad paso a Norteamérica.
Hoy en día, existe una gran variedad de cerraduras fabricadas con las tecnologías más avanzadas.
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