Cuando los delincuentes van a robar una casa, siempre van a contrarreloj. Para ellos, el tiempo es oro. Por eso, desde el gremio de cerrajeros siempre hacemos hincapié en la importancia de “ponerle minutos a la puerta”.
Esto significa, por ejemplo, que una cerradura buena hay que complementarla con otros productos, como bombillos de alta gama o escudos macizos que los protejan.
Lo importante es poner un nuevo punto de cierre de manera que la apertura requiera de más tiempo.Cuanto más tiempo les cueste abrir una cerradura, más fácil es que puedan desistir o que les puedan pillar.
En verano, más que nunca, es cuando hay que reforzar las medidas de seguridad y sobre todo, revisar si vuestras cerraduras están muy obsoletas, ya que de ser así, se les da muchas facilidades a los delincuentes.